A sus 40 años, Dani Rovira no necesita presentación tras participar en una de las películas más taquilleras de la historia del cine español, aunque el teatro es su entorno natural, el espacio al que regresa, donde se endureció como comediante.
«Cumplir 40 es lo mejor que me ha pasado en la vida», dice en una entrevista -tras superar el linfoma de Hodgkin diagnosticado hace casi un año-, en la que presenta odiar, un espectáculo en formato híbrido: actuación grabada el pasado mes de noviembre en el Teatro Soho CaixaBank de Málaga y que podrá verse en Netflix a partir del próximo 12 de febrero.
Dani Rovira (Málaga, 1980) asegura que afrontar la enfermedad ha cambiado muchas cosas en su vida. «De todas las duras experiencias, intentas conseguirle un aprendizaje. La enfermedad me ha reubicado, ha venido a curarme de la vida que estaba llevando».
El actor de Ocho apellidos vascos Y Superlopez asegura que lo «más duro» fue pasar nueve meses sin subir al escenario. «Es el lugar, junto con el comedor de mi casa, donde me siento más seguro. Donde más a gusto me siento, donde soy más feliz», y lo demuestra con una hora y media de espectáculo sin condimentos, con palabras. y con su gesto, hacer reír al público.
«En el escenario estoy más vivo que nunca. Desde los 22 años he subido en promedio 2 o 3 veces a la semana», un espacio donde, en soledad, recibe la respuesta del público que cuestiona en su actuación, lo que alienta a ti y te motiva.
«Odio», con espíritu reconciliadorEn odiar Refleja su visión del ser humano, un espectáculo escrito hace dos años por él mismo, que actualizó, y con el que critica el malestar que inunda la sociedad. «Con lo que sucedió, tiene más sentido. Entiendo que la gente está presionada más allá de la pandemia». En el monólogo Rovira mueve algunas vivencias y pensamientos y, al contrario de lo que puede evocar el título, se convierte, según el autor, en un texto de encuentro y un «espíritu de reconciliación».
Eso sí, un retrato de la realidad con humor, con el que no pretende «herir a nadie», y del que no se salvan políticos, padres, madres o personajes populares, ni siquiera Messi.
«No hay nadie como él», subraya. Es un futbolista «histórico, extraordinario, mágico», motivos para parodiarlo, lo que justifica diciendo que cuando alguien es susceptible de ser imitado, está en un lugar superior. Un espectáculo que hay que ver al máximo porque es en ese momento en el que «tantas cosas dan la vuelta».
La agitación social en la que estamos inmersos no cree que sea consecuencia de que nos hayamos olvidado de disfrutar de la vida.
Rovira sostiene que estamos en una sociedad donde los políticos «no son el mejor ejemplo, parecen decididos a echar más leña al fuego»; También se centra en algunos sectores del periodismo que «vender son más bien incendiarios» y en las redes sociales, que describe como un espejo distorsionado de la realidad.
«He vivido la pandemia con mochilas extra y trato de disfrutarla cada vez que se enciende un rayo de luz. Si la vida me da la oportunidad de encontrarme con un amigo y tomar una cerveza, aguanto, ese es mi momento de felicidad, o para leyendo un libro. No podemos simplemente mirar las malas noticias «, dice.
«odiar es un cobarde» Crees que el miedo, la frustración y la falta de afecto pueden conducir al odio. “Detrás de esa emoción hay muchas fallas y en momentos como este es más difícil empatizar con el otro”. Descalificar y odiar es más rápido. «El odio es cobarde», dice en su programa.
Una situación, la descalificación, que vivió de primera mano, como cuando presentó la Gala Goya, ceremonia en la que fue invitado en tres ocasiones.
«Uno está aprendiendo», reflexiona recordando una frase: «No sé cuál es el secreto del éxito, pero el secreto del fracaso es querer gustarle a todo el mundo» y añade que lo que más le importa son las personas a las que les gusta él, amo «mi familia, mis amigos, la gente que me importa».
Comprometida con la sociedad y el medio ambiente, Rovira confiesa a un vegano convencido, una posición frente al mundo, «no es una cuestión de dieta». «No es tan extraño, un salmorejo es comida vegana», advierte con una sonrisa.
Su deseo es ayudar a que su paso por el planeta sea lo «más sostenible posible», que va más allá de no comer animales, significa dejar el menor impacto ambiental posible, ser responsable del reciclaje, con el uso de vehículos menos contaminantes y buscar «más Alternativas éticas y sostenibles «que no dañen el medio ambiente.
Una actitud ante la vida que le permite dormir «muy tranquilo» y estar en paz «en mi estómago, en mi corazón y en mi cabeza, y eso no se paga».
«Intentas aprender de todas las experiencias difíciles. La enfermedad me ha reubicado»
«Detrás del odio hay muchas fallas y en momentos como este es más difícil empatizar con los demás»
«No sé cuál es el secreto del éxito, pero el secreto del fracaso es querer complacer a todos»
dani rovira
Actor malagueño
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